¿Qué hablaban los jugadores de Rayo y Granada?
Polémica conversación de los futbolistas en el área justo antes del 1-0
Un gol de Tamudo, quién si no, decidió la suerte del descenso. Un cabezazo en posición dudosa, aprovechando un rechace del larguero, salvó al Rayo (1-0) y condenó al Villarreal, derrotado por el Atlético (0-1). El segundo descenso para Miguel Ángel Lotina, el final de 12 años de los castellonenses en Primera, el desenlace más dramático de una jornada donde también salvó la piel el Zaragoza (0-2 con tres expulsiones del Getafe) y se hundió el Sporting, sin opciones en Málaga (1-0).
Durante 20 minutos, por primera vez en la temporada, el Rayo se sintió equipo de Segunda. Todo hasta que Piti se filtró en la defensa andaluza, Michu remató el larguero y Tamudo, el más astuto del área, empujó a la red en posible fuera de juego. El delirio en Vallecas, con la inmediata invasión de campo y la tragedia en El Madrigal, castigado sólo cinco minutos antes por un cabezazo de Falcao. Precisamente en ese saque de esquina se dieron unas conversaciones que alimentarán los debates las próximas semanas.
Los futbolistas de Sandoval, desquiciados por el gol que no llegaba, conversaron con los rivales, pidiendo una tregua. Y es que ya todos sabían entonces que el Granada sobreviviría pese al 1-0. Un instante después apareció Tamudo, el mismo tipo que hace cinco años decidió una Liga con un gol en el Camp Nou. Apenas llevaba 15 minutos en el césped, tras sustituir al lesionado Arribas. Apenas dos después ya amagó con un mano a mano invalidado por claro fuera de juego. Y cuando encontró al fin la red, se desató el delirio en el barrio de Vallecas.
Demasiado había sufrido esa afición toda la tarde, desde los acercamientos iniciales de Ighalo hasta la recta final, primero con una vaselina de Martins salvada por Cobeño junto al larguero y después con un contragolpe mal definido por Jara. Demasiados nervios locales ante el equipo de Abel, muy seguro atrás pese a las bajas de Siqueira, Moisés, Geijo y Dani Benítez. Demasiada presión para Raúl Martín Presa, presidente rayista, no paraba ni un segundo quieto en el palco, mientras Míchel, emblema franjirojo casi durante dos décadas, preguntaba sin parar el tiempo restante.
http://www.elmundo.es/elmundodeporte/2012/05/13/futbol/1336925910.html