Gran Apoño

No es un año fácil para Apoño. Los grandes traspasos se gestan en la continuidad, y Apoño anda de lesión en lesión. Una pena, porque da gusto verlo jugar. Primero, por su personalidad en el campo. A partido grande, más grande Apoño. Y luego por su fútbol. Sus desplazamientos, su juego en corto, su capacidad para asociarse. Hasta su facilidad para meterse en líos. Delante de Apoño, nadie pisa el escudo del Málaga.

Apoño es distinto. Por cómo juega y por cómo vive. Es de esa estirpe de futbolistas a los que se acepta con todo lo que les rodea. Precisamente en eso radica su singularidad. Eso sí, Apoño ya llegó tarde al fútbol. Lo rescató Muñiz, el mejor orientador que pudo encontrar, y ha ido remando contra el tiempo hasta ponerse en hora. Posiblemente en estos meses le toque elegir: bandera del Málaga muchos años en Primera o embajador que persigue la gloria. Que elija lo que quiera, le sobran cualidades. Pero ahora que tiene el reloj en hora y que está en su cima, que no se despiste

aunque me gane enemigos, pero algunos os pasais con tanto Apoño
eso no es ni notincia ni nada, parece que alguien le ha dedicado una columna en algun periódico jejeje

Hay otros post para hablar de este Dios.